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Los funcionarios federales estaban actuando sobre acusaciones específicas de tráfico sexual cuando allanaron dos de las casas de Diddy el lunes, y dicen que sus presuntas víctimas no se han reprimido durante las entrevistas.
Un oficial del Departamento de Seguridad Nacional le dijo a The Post que el caso ha estado activo durante varias semanas mientras las autoridades investigan una serie de acusaciones contra el rapero y magnate de 54 años.
“Creemos que hay una historia inquietante de tráfico sexual”, dijo el oficial con sede en Miami, que habló bajo condición de anonimato.
“Estamos respondiendo a acusaciones concretas, detalladas y explícitas. Esto no es aleatorio. No elegimos su nombre de la nada. Tuvimos acusaciones a las que estamos dando seguimiento”.
El público se enteró por primera vez de las acusaciones contra Diddy cuando su exnovia, Cassie Ventura, presentó una demanda civil federal en su contra en noviembre del año pasado. Ese caso se resolvió extrajudicialmente al día siguiente, pero fue seguido por tres demandas más por agresión sexual, todas las cuales Diddy ha negado rotundamente.
Tampoco ha sido acusado de ningún delito o irregularidad en este momento.
“Nos enteramos de ciertas acusaciones durante el curso de las demandas civiles contra el señor Combs”, dijo el oficial. “Hay que entender que no decidimos por capricho registrar sus casas. Un juez federal tuvo que aprobarlo. Esto no es una caza de brujas”.
Un abogado de Combs, Aaron Dyer, no respondió los mensajes del Post en busca de comentarios.
El lunes, cuando agentes de Seguridad Nacional allanaron las mansiones de Combs tanto en Los Ángeles como en Miami, confiscaron discos duros, teléfonos y otras pruebas.
El oficial le dice a The Post que están buscando “fotos, correos electrónicos, mensajes de texto, itinerarios y, con suerte, nombres. Hay comunicaciones específicas de las que somos conscientes y a las que podremos acceder a través de la electrónica”.
La investigación de varias agencias está encabezada por la oficina del fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York. La búsqueda del lunes fue ejecutada por investigadores de Seguridad Nacional.
En una declaración del martes, Dyer denunció las redadas del DHS como un “uso excesivo de la fuerza a nivel militar cuando se ejecutaron órdenes de allanamiento en las residencias del Sr. Combs” y prometió que Diddy limpiaría su nombre.
Además de la búsqueda, las autoridades están entrevistando a presuntas víctimas y testigos, entre ellos tres mujeres y un hombre que están demandando a Diddy en tribunales civiles, según las fuentes.
El agente del DHS dijo que quienes fueron entrevistados para la investigación fueron muy minuciosos y detallados.
“Eso es algo curioso acerca de las víctimas. Puede que al principio se muestren reacios a hablar, pero una vez que empiezan a hablar, hablan. Hablan mucho. Estamos recibiendo mucha cooperación de mucha gente que quiere verlo llevado ante la justicia”.
A Diddy se le impidió abordar un jet privado fuera de Estados Unidos el lunes y se cree que desde entonces permaneció en Florida. Sin embargo, a pesar de que las redadas atrajeron mucha atención, sigue siendo un hombre libre.
“Él no está detenido; está bajo investigación”, aclaró la fuente policial. “Ahora mismo es libre de hacer lo que quiera, pero es consciente de que si se presentan cargos, lo atraparemos, esté donde esté”.
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