Cada uno de nosotros, al menos una vez, enfrentó esa clase de pregunta que le hizo recurrir al pensamiento “que me trague la tierra”. Difícilmente se pueden evitar momentos tan incómodos, por lo que es mejor no tomárselo personalmente, sino armarse de compostura e ingenio. Debemos recurrir a nuestra inteligencia, después de todo, una palabra adecuada pega más que un puño, ¿no es así?
[ad_2]Source by islainepauli